Vacía Tus Maletas . . . Y Vámonos De Viaje

sábado, 18 de junio de 2016

Algunas Veces





Algunas veces, la primavera viene a casa.

Me pone mi vestido de colores y mis zapatillas de salir a caminar.

Pinta las paredes con tintes de miel dulce y de hierba brillante de rocío.

Escribe por los rincones muchos sinónimos de la palabra “ilusiones”, sin mayúsculas ni letras cursivas.

Algunas veces… la primavera viene a casa.



sábado, 4 de junio de 2016

Hay Caminos . . .



Hay caminos... Caminos que van a todas partes... Y caminos que no llevan a ninguna.

Hay caminos que vienen... Que vienen, incluso aunque nunca terminen de llegar.

        Hay caminos tortuosos. Caminos salpicados de piedras de distintos tamaños —unas muy picudas que hacen heridas, y otras más redondeadas y suaves—.

Hay caminos llanos. Caminos radiantes de flores de colores, y hierba brillante por sus riberas.


Hay caminos para subir.
         Hay caminos que bajan, que luego bajan, y que después... bajan más.

Caminos que dan muchos rodeos. Caminos que te llevan derechito.

Caminos con recovecos.

A veces, podemos elegir nuestro camino. Y otras veces, nos sorprendemos buscando desesperadamente, atajos por los que escapar de él.

Hay caminitos que todas las tardes, feliz recorremos cantando al amor... Y que —muchas más veces de las que nos gustaría—, tenemos que volver a pasar, pidiéndoles que no les digan a nadie, que nuestro llanto su suelo regó...

Hay caminos, por los que nos garbeamos con seguridad. Caminos que sabemos, sin ninguna duda, que van exactamente —lleguemos o no lleguemos—, hacia nuestras metas.
Hay caminos que pisamos con titubeos, con tristeza y sin fuerzas. Todos sabemos que caminos nos conducen hacia donde no queremos estar. Hacia donde no queremos estar nunca... Caminos, de los que alguna vez hemos afirmado — muy tajantemente, casi siempre—, que nunca jamás tomaríamos. Pero caminos, en los que de repente nos descubrimos —preguntándonos desconcertados—, cómo hemos podido llegar hasta ahí.

Hay lugares donde siempre llega algún camino. —Todos los caminos conducen a Roma, según dicen—. Y hay lugares a los que nunca llega ninguno... Pocos caminos, nos llevan a las aldeas sin escuela de Sudamérica. Pocos caminos, nos pasean por los poblados sin agua de África. Pocos se allanan, ante las personas que tienen que lanzarse a cualquier mar para sobrevivir. Pocos se acercan, por las ciudades bombardeadas que sabemos que existen, en tantos caminos que serpentean por los infiernos de la Tierra...

Hay caminos... Hay otros caminos... Hay más caminos...

Siempre. Siempre. Siempre... Nuestro viaje podría haber ido por otro camino...

Siempre. Siempre. Siempre... Podemos intentar avanzar en el camino... O, intentar renovarlo... O, intentar largarnos de él...

Pero... Siempre. Siempre. Siempre... Nuestra vida va por un camino que, —nos guste más, o nos guste menos—, es el nuestro.