Vacía Tus Maletas . . . Y Vámonos De Viaje

lunes, 10 de agosto de 2015

Algunas Veces . . . Por Muchos Instantes




El mundo, algunas veces nos sonríe. Nos sonríe... Y es como si todo lo que tenemos cerca nos achuchara con mucho mimo.
Algunas veces, el mundo nos envuelve en una mantita de esas tan suaves, y nos llenamos de ese calor reconfortante que nos da tanta seguridad.
Algunas veces el mundo nos pone música de baile. Música de la que a nosotros nos gusta bailar. Música de la que apaga —justo a tiempo—, todos los sonidos estridentes de nuestro alrededor.
El mundo, algunas veces, nos hace un guiño de complicidad. Nos mira chispeante y seductor, y sabemos sin ninguna duda, que nada puede salir mal.
Algunas veces, el mundo nos besa desde la cabeza hasta los pies. Nos besa con pasión. Nos besa con pasión y con muchas ganas, y por todos nuestros rincones… Nos besa y nos acaricia. Nos besa, nos acaricia y encuentra la manera de empaparnos de miles de sensaciones sin ningún pudor.

El mundo, casi todas las veces, nos sopla confeti de colores. Casi todas las veces de colores… También cuando solo nos llegan los pedazos de  papel con tintes grises y oscuros. Pero el mundo, casi todas las veces, sopla confeti de colores... Y, algunas veces —incluso cuando a nosotros ya nos da igual—, esa lluvia de tonos brillantes se las arregla para empaparnos. Se las arregla para calarnos la piel de entusiasmo, hasta cuando ya nos hemos colocado uno de esos chubasqueros con doble forro tan impermeables a la ilusión.

Y algunas veces —por muchos instantes—, el mundo nos regala alegría sin ningún tique de devolución. Y algunas veces —por muchos instantes—, somos felices.